lunes, 7 de abril de 2014

BIOETICA

        
Es una disciplina  de la rama de la ética relativamente nueva y su denominación se la debe al oncólogo norteamericano Van Rensselaer Potter, quien lo utilizó por primera vez en el año 1970 en un artículo que se publicó en la revista de la Universidad de Wisconsin.
       

La bioética se ocupa de promulgar los principios que deberá observar la conducta de un individuo en el campo médico.  la bioética, no solamente se reduce o limita a entender en lo que respecta al campo médico, sino que además suele entender, también, en aquellos problemas morales que se suscitan en el transcurrir de la vida cotidiana, extendiéndose entonces su objeto de estudio y atención hacia otras cuestiones como ser el correcto y debido trato a los animales y al medio ambiente.



La bioética se encuentra sustentada por cuatro principios: de autonomía, beneficencia, de no maleficencia y de justicia.

El de autonomía 
 Es respeto hacia todas las personas, asegurándoles la autonomía necesaria para que actúen por si mismas,  como dueños de sus propias decisiones, aún tratándose de personas enfermas. Actuar con autonomía siempre implicará responsabilidad y es un derecho irrenunciable, como les dije, aún en la enfermedad. En el contexto médico, entonces, el profesional de la medicina, siempre deberá respetar los valores y preferencias del enfermo porque se trata de su propia salud.

El principio de beneficencia 

 Es aqueya que le enseña al médico la obligación de actuar siempre en beneficio de los otros, la cual asume inmediatamente de convertirse en tal. La beneficencia implica promover el mejor interés del paciente.

Principio de maleficencia
  E la que establece el abstenerse intencionadamente de realizar acciones que puedan causar daño o perjudicar a otros. Puede ocurrir en algunas circunstancias que en la búsqueda de esa solución para el paciente se incurra en un daño. investigar acerca de tratamientos, procedimientos y terapias nuevas, entre otras cuestiones.

Principio de justicia
 Es el brindar un trato igual a todos para de esta manera reducir las desigualdades sociales, económicas, culturales, ideológicas, entre otras. .
Los principales temas en los cuales entenderá la Bioética serán el trasplante de órganos, la eutanasia, la reproducción asistida, el aborto, la fertilización in vitro, la manipulación genética, los problemas ecológicos, del ambiente y de la biosfera.

                                      




TIPOS DE RECHAZO TRASPLANTES

Uno de los principales problemas que presentan los trasplantes es el rechazo del órgano o tejido trasplantado. El rechazo puede ocurrir en dos direcciones. Por un lado, el paciente puede rechazar el injerto, pero también se puede desarrollar una respuesta inmunitaria del injerto contra el receptor. Este último tipo de rechazo se conoce como enfermedad injerto-contra-huésped y consiste en la respuesta inmune por parte de las células inmunocompetentes del injerto contra el receptor en un trasplante de precursores hematopoyéticos. Según la velocidad con la que se produzca, se distinguen cuatro tipos de rechazo:

Rechazo hiperagudo
El rechazo hiperagudo se produce dentro de 48 horas tras el trasplante de un tejido u órgano macizo, y puede ocurrir unos pocos minutos después de la revascularización del injerto. Resulta de las acciones de anticuerpos preformados específicos de antígenos que están presente en el injerto. Estos anticuerpos se unen al endotelio del órgano, activando la cascada de coagulación y el sistema de complemento. Los vasos sanguíneos del injerto se ocluyen, produciendo hemorragia y la muerte del injerto. 

                  

Rechazo acelerado
El rechazo acelerado es una complicación rara que se manifiesta durante los primeros días tras el trasplante. Se piensa que es causado por el desarrollo rápido de anticuerpos que atacan el injerto, resultando en oclusiones vasculares en el injerto. 


Rechazo agudo
Este tipo de rechazo se inicia dentro de unos meses después del trasplante, y se caracteriza por un infiltrado intersticial por linfocitos, granulocitos, macrófagos, y/o monocitos. A veces se puede ver evidencia de fibrosis, necrosis e inflamación. El diagnóstico se hace con biopsias y varias pruebas de función del órgano, incluyendo estudios ecográficos.En muchos casos, terapia inmunosupresora intensiva con fármacos tales como ciclosporina y tacrolimus puede resolver el problema, pero a veces no se puede salvar el injerto. Además, el rechazo agudo puede ser un factor en el desarrollo del rechazo crónico. El rechazo agudo es mediado por linfocitos T aloreactivos que reconocen antígenos del injerto. Algunos linfocitos T (los CD8+) pueden matar directamente las células del órgano, estimulados por las células presentadoras de antígeno y los linfocitos T CD4+ activados. Los linfocitos T CD4+ también pueden reclutar y activar macrófagos, linfocitos B, y otros efectores inmunitarios.


Rechazo crónico
El rechazo crónico puede continuar por meses o años después del trasplante, y contribuye a la pérdida paulatina de la función del órgano. La respuesta inmunitaria puede ser tanto humoral como celular, frecuentemente involucrando la producción de anticuerpos aloreactivos. Cambios histológicos incluyen la fibrosis, alteraciones en los vasos sanguíneos, y signos de inflamación. Generalmente no responde bien a tratamiento con inmunosupresores, y en muchos casos el injerto se va a morir finalmente. El rechazo crónico a menudo existe en conjunto con otros factores que amenazan la salud del órgano, incluyendo infección con virus, el síndrome isquemia-reperfusión, toxicidad crónica de los inmunosupresores

TIPOS DE TRASPLANTES


Autotrasplante, autoinjerto o trasplante autólogo:  El donante y el receptor son el mismo individuo. Entonces no existe ningún problema con la incompatibilidad, porque el injerto y el receptor son genéticamente idénticos. Ejemplos de este tipo incluyen trasplantes de piel (de un lugar corporal a otro) y trasplantes de médula ósea autólogos.



Isotrasplante o trasplante singénico : El donante y el receptor son individuos distintos pero genéticamente idénticos, como gemelos univitelinos. Casi no hay riesgo de rechazo.



Alotrasplante u homotrasplante: El donante y el receptor son genéticamente distintos y de la misma especie. Este es el tipo de trasplante más común de células, tejidos y órganos entre humanos. Para evitar el rechazo generalmente se necesita tener en cuenta la inmunocompatibilidad entre donante y receptor. En la mayoría de casos es necesario seguir tomando fármacos inmunosupresivos por la vida del injerto.
                       

Xenotrasplante, heterotrasplante, o trasplante xenogénico  El donante y el receptor son individuos de diferentes especies. Por ejemplo, los reemplazos valvulares pueden usar válvulas bovinas o porcinas.

TRASPLANTE



 Trasplante o inserto es un tratamiento médico complejo que consiste en trasladar órganos, tejidos o células de una persona a otra.
 El órgano trasplantado reemplaza y asume la función del órgano dañado del receptor, salvándole la vida o mejorando la calidad de vida. Una variedad de órganos macizos y tejidos pueden ser trasplantados, incluyendo riñones, pulmones, corazones, y precursores hematopoyéticos. 
Hay algunos riesgos asociados con este procedimiento que dependen del tipo del trasplante, que frecuentemente incluyen infección y rechazo del injerto.



El primer trasplante con éxito de nuestra época registrado fue de córnea en 1905, llevado a cabo por Eduard Zirm. El primero de riñón fue en el Peter Buke Brigham Hospital en 1951 y el primero de corazón se realizó el 3 de diciembre de 1967 (46 años).
Autotrasplante, autoinjerto o trasplante autólogo:  El donante y el receptor son el mismo individuo. Entonces no existe ningún problema con la incompatibilidad, porque el injerto y el receptor son genéticamente idénticos. Ejemplos de este tipo incluyen trasplantes de piel (de un lugar corporal a otro) y trasplantes de médula ósea autólogos.